Protocolos de limpieza y seguridad en alojamientos turísticos

Protocolos de limpieza y seguridad en alojamientos turísticos

Desde que apareciera en nuestras vidas la COVID-19 se han desarrollado infinidad de protocolos de limpieza para los lugares públicos. Especialmente exhaustivos son los de los establecimientos turísticos, pues el flujo constante de clientes supone un riesgo para la población. Veamos en qué consisten dichos protocolos y si pueden aplicarse igualmente a los pisos turísticos.

Protocolos de seguridad en hoteles y apartamentos

Las directrices y recomendaciones que a continuación apuntamos han sido redactadas por el Instituto para la Calidad Turística Española. Colabora la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos y coordina la Secretaría de Estado de Turismo.

Requisitos generales

Por norma general, cada establecimiento ha implantado una serie de estrategias higiénico-sanitarias concretas en función de sus características. No obstante, encontramos medidas básicas y de aplicación común como las siguientes:

– Gel hidroalcohólico en recepción y lugares de paso.

– Disponer de un termómetro sin contacto.

– Limpieza, desinfección y ventilación continuada de los espacios.

– Es recomendable retirar en lo posible todo tipo de textiles en la habitación, así como objetos decorativos y productos de acogida (botes de champú, gel, pasta dentífrica…).

– Los textiles «sucios» se recogen, se depositan en una bolsa cerrada y se lavan a más de 60 grados centígrados.

– Se desinfectan objetos como los secadores de pelo y las perchas tras cada cliente.

Tarjetas y llaves desinfectadas entre un cliente y otro.

Requisitos específicos en hoteles

Ya de forma concreta existen protocolos de seguridad en hoteles, específicos para garantizar la salud tanto de los clientes como de los empleados en todo momento. Podríamos resumirlos en las siguientes pautas:

Distancia social interpersonal.

– Cada hotel determinará el aforo máximo permitido en zonas comunes.

– Se sugiere la disposición de alfombras desinfectantes en la entrada.

– Cartelería informativa con las medidas y pautas a seguir por los clientes. Las normas de uso son especialmente relevantes en ascensores, comedores, zonas comunes, vestuarios, etc. Se incluye también información sobre los hospitales y centros de salud más cercanos. Dicha información debe estar como mínimo traducida a un idioma extranjero.

– En zonas como la cafetería o el restaurante se desaconseja el bufé para disminuir la manipulación por parte de los clientes. De no ser posible, se sugiere que sea asistido y que cuente con pantalla de protección. Uso preferente de emplatados individuales y monodosis.

– Personal con EPI (equipo de protección individual) según riesgo. Como mínimo, debe contar con mascarilla y guantes. Se recomienda hacer un cambio de guantes para cada habitación.

– Solo se dispondrá de papelera en el baño de la habitación. Esta deberá tener tapa, accionamiento no manual y doble bolsa.

Excepto este último apartado, las medidas anteriormente descritas tienen idéntica aplicación en los apartamentos de alquiler vacacional. Si a esto sumamos los seguros específicos para alquileres turísticos, la tranquilidad está garantizada. Es el caso de Proctea, un seguro vacacional con el que los propietarios podemos proteger nuestra vivienda de uso turístico ante multitud de circunstancias.

El fin último es establecer los protocolos de limpieza óptimos para que la reapertura de los establecimientos turísticos no suponga un aumento del riesgo de contagio. ()

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